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lunes, 17 de junio de 2013

http://blogs.cooperativa.cl/opinion/economia/20130528171129/la-autocomplacencia-de-pinera/
Sin embargo a Chile le falta mucho para que el desarrollo logrado llegue a la gran masa de los chilenos, quienes observan con decepción una pésima distribución del ingreso y resultados muy pobres en cuanto a la seguridad ciudadana, el orden público, la delincuencia, la igualdad de oportunidades, las usureras tasas de interés cobradas a los trabajadores en las tiendas del retail, el sistema previsional, las AFP y las ISAPRES, empresas que muestran utilidades escandalosas, administrando dineros que le pertenecen a los trabajadores chilenos, quienes se deben conformar con pobrísimas jubilaciones y una precaria atención de salud, frente a esas ostentosas ganancias. Sin embargo a Chile le falta mucho para que el desarrollo logrado llegue a la gran masa de los chilenos, quienes observan con decepción una pésima distribución del ingreso y resultados muy pobres en cuanto a la seguridad ciudadana, el orden público, la delincuencia, la igualdad de oportunidades, las usureras tasas de interés cobradas a los trabajadores en las tiendas del retail, el sistema previsional, las AFP y las ISAPRES, empresas que muestran utilidades escandalosas, administrando dineros que le pertenecen a los trabajadores chilenos, quienes se deben conformar con pobrísimas jubilaciones y una precaria atención de salud, frente a esas ostentosas ganancias.
Por otra parte el chileno observa cada vez con mayor indignación, los abusos que se cometen a diario en la educación, en la letra chica, en el aumento de comisiones no consentidas, en las tasas de interés que se les cobra, en los acuerdos espurios de los empresarios quienes logran grandes ganancias abusando con los precios de los medicamentos y así abusos tras abusos.
El verdadero desarrollo, al que debe aspirar Chile como nación, no es el que puede mostrar 20.000 dólares per cápita, sino que es aquel que sustentado en valores éticos fundamentales, reconoce que el desarrollo y la economía deben estar al servicio del hombre y no de los grandes intereses capitalistas de los grupos económicos nacionales y extranjeros, quienes en definitiva son los verdaderos dueños de los 20.000 dólares per cápita.

Por otra parte el chileno observa cada vez con mayor indignación, los abusos que se cometen a diario en la educación, en la letra chica, en el aumento de comisiones no consentidas, en las tasas de interés que se les cobra, en los acuerdos espurios de los empresarios quienes logran grandes ganancias abusando con los precios de los medicamentos y así abusos tras abusos.

El verdadero desarrollo, al que debe aspirar Chile como nación, no es el que puede mostrar 20.000 dólares per cápita, sino que es aquel que sustentado en valores éticos fundamentales, reconoce que el desarrollo y la economía deben estar al servicio del hombre y no de los grandes intereses capitalistas de los grupos económicos nacionales y extranjeros, quienes en definitiva son los verdaderos dueños de los 20.000 dólares per cápita.

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